Dormir es una necesidad humana básica, como comer, beber o respirar. Al igual que estas otras necesidades, dormir es vital para una buena salud y bienestar a lo largo de toda la vida.
Un dato que seguramente te interese es que tanto la altura como el peso, sobre todo a estas edades, deberían ser verificados por el pediatra. El médico especialista determinará si el crecimiento de la niña o el niño es el adecuado para los fifteen meses de edad.
Lo importante es que los padres sean constantes y presten atención a los comportamientos que repiten porque los bebés los identifican como señales de que es hora de dormir.
Ambiente propicio para dormir: El ambiente donde descansamos juega un papel crucial en la calidad del sueño. Asegurarse de que la habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura agradable es esencial.
Lo que solemos hacer es calmarnos, respirar profundo y contar hasta 10. Mantener la calma es fundamental para no perder los nervios.
Esta situación puede ser agotadora para los padres, pero hay estrategias que pueden ayudar al bebé a superar esta circunstancia. A continuación, se describen algunos consejos que los expertos recomiendan:
Trata de ofrecer tranquilidad una hora antes de ir a la cama. Resiste el impulso de recurrir a “apoyos de sueño”. Tu bebé debe acostarse somnoliento pero despierto, o te verás obligada a utilizar estas ayudas durante toda la noche cuando se despierte.
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Otro signo que indica que tu bebé está pasando por una crisis de sueño es cuando se despierta frecuentemente durante la noche. Incluso, puede suceder que se despierte antes de lo habitual.
Consultar a un profesional de la salud si es necesario: Si la regresión del sueño persiste, un especialista puede ayudar a identificar problemas subyacentes y ofrecer un prepare para mejorar el descanso.
Ofrece tranquilidad y paciencia durante esta etapa: Una de las razones por las que tu bebé no regresiones del sueño quiere dormir es porque quiere practicar sus nuevas habilidades.
Exponer al bebé a la luz all-natural durante el día puede ser beneficioso para regular su ritmo circadiano. La luz natural influye en la producción de melatonina, una hormona que regula el ciclo de sueño y vigilia.
Es importante tener en cuenta que cada bebé es diferente, y algunos pueden tardar más tiempo en madurar que otros. Esto significa que algunos bebés pueden experimentar la crisis de sueño a los 5 meses, mientras que otros pueden no experimentarla en absoluto.
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